Se define a la educación en diabetes como todo proceso estructurado que tiene por objetivo el cambio en hábitos de las personas que viven con diabetes, esto con la intensión de que logren una mejor calidad de vida, siendo así, que se entiende que la educación en diabetes, está fuertemente ligada a los procesos psicológicos de cada individuo, pero, ¿Por qué es tan relevante esta relación?
La comprensión de la naturaleza de los aspectos psicológicos que son pertinentes en pacientes con diabetes mellitus, y los vínculos entre los trastornos emocionales regulares (estrés, angustia, ansiedad, DRD y depresión), han proporcionado una visión mecanicista de las relaciones entre los dominios psicológicos y la mala salud física.
La salud emocional positiva puede sustentar esfuerzos de afrontamiento a largo plazo y proteger a los pacientes de las consecuencias negativas de los trastornos emocionales prolongados, percepción de la enfermedad y, por lo tanto, facilitar comportamientos de autocuidado de la diabetes y potenciar una mejor salud física.
Hacer que los pacientes adquieran creencias personales valoradas y estándares de rendimiento alcanzables podría fortalecer la autorregulación y la autoeficacia, y conducir a una experiencia más positiva y comportamientos saludables. Además, la mejora de los recursos personales, como la capacidad de recuperación, conduciría a un mejor funcionamiento de la cognición y una mayor fuerza de voluntad, calidad de vida y control de enfermedades en pacientes con diabetes.
Históricamente se ha dejado de lado el trabajo del que puede ser partícipe un psicólogo en la atención de la diabetes, los factores son diversos, sin embargo es clara la necesidad de una fuerza laboral interdisciplinaria, así como programas culturalmente flexibles para que funcione en diferentes modelos de sistemas de salud y para pacientes con diabetes de orígenes diversos.
La complejidad del abordaje necesario para la atención de una condición crónica como la diabetes, no sólo supone un nicho de mercado sumamente amplio, sino da cuenta de la necesidad de la integración de diversos profesionales como médicos, nutriólogos, psicólogos, trabajadores sociales, etc., que puedan abordar de una manera eficiente e interdisciplinaria, todos los ámbitos que el tema requiere.
Fuente: Chew, B. H., Shariff-Ghazali, S., & Fernandez, A. (2014). Psychological aspects of diabetes care: Effecting behavioral change in patients. World journal of diabetes, 5(6), 796–808. doi:10.4239/wjd.v5.i6.796